martes, 22 de octubre de 2013

La empatía


Primero me gustaría explicar que significa la palabra; empatía. La empatía es ser capaz de ponerse en el lugar del otro, comprender como se siente e intentar respetarlo. Como pasaba en el hábito de compartir, los niños cuando son pequeños, tienden a adquirir un carácter egoista, y es dificil explicarles porque deben pensar en los demás. Esta actitud muchas veces no se desarrolla de forma natural, y a veces los niños necesitan que las personas que les rodean les ayude un poco a entender que todos necesitamos de todos. 

Como maestrar queremos desarrollar este hábito, por la importancia que tiene. Todos en algún momento nos sentiremos indefensos, tristes... y necesitaremos que las personas que nos rodean intenten comprendernos, y así si lo requerimos que nos ayuden a estar mejor. Para hacer entender a los más pequeños, que debemos pensar en los demás para poder vivir mejor, deberemos utilizar recursos variados, donde poco a poco, sin darse cuenta este hábito vaya formando parte de su día a día, y así en un futuro no muy lejano, puedan ser personas que miran por el bien común e intentar convivir lo mejor posible con el mundo que nos rodea.
 Por tanto aquí tenemos un juego que nos ha llamado la atención y que nos gustaría enseñaros:
 ¡VAMOS A ESCULPIR !
 Como sabemos a los niños les encanta a hacer juegos colectivos donde se relacionan con otros niños. Este juego también va muy bien si lo hacemos con más miembros de la familia. La maestra escribirá en folios varios sentimientos, como; tristeza, alegría, miedo, enfado... y lo meteremos en una caja. Cada niño cogerá un folio y deberá salir delante de la clase o en parejas, y realizar con gestos este sentimiento, los demás deberán adivinarlo.
 También podemos recurrir a la música para despertar el interés del niño por conocer los diferentes sentimientos que podemos experimentar. Por ejemplo podemos poner una música de terror, y preguntarles a los niños que nos expliquen que les ha hecho sentir, si han estado contentos, o si han tenido miedo...

 Como hemos visto tenemos a nuestro alcance muchos recursos para empezar a desarrollar este hábito necesario, pero sobre todo debemos ser el propio ejemplo de los niños y recordar que lo que hacemos nosotros les influye a ellos. Tenemos que tener cuidado de como actuamos, tenemos que empezar a esteriorizar nuestros sentimientos para poder despertar el interés de ellos.

 Por último me gustaría destacar que la empatía no se debe aplicar solo a las personas, sino que también debemos ponernos en el lugar de los animales, y así lo niños y los adultos empezaremos a tratarlos como se merecen. Aquí pongo un video que fue el mejor cortometraje de Berlín, donde podemos ver esta clase de empatía.

 


Anabel Talaverano Gómez

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