En esta entrada me gustaría hablaros sobre la resilencia, que aunque no sea un hábito tan conocido como los de higiene, convivencia, alimentación... me parece que es importante saber como desarrollarlo para que así todos los demás se desarrollen correctamente.
Primero vamos a ver que significa la resilencia: la resilencia para entenderlo puede ser el grado de flexibilidad de una persona para protegerse y superar las situaciones criticas.
La resilencia no es una capacidad limitada a las personas de manera individual, sino que comprende a los familiares, contexto social... todos participan de esta "construcción" de habilidades frente a los cambios
naturales del ciclo vital o situaciones adversas o traumáticas. Estas estrategias tienen varias funciones; contener y afrontar las
situaciones adversas, reparar y permitir un desarrollo saludable.
Pero esto no quiere decir que los niños resilentes no tengan momentos de tristeza, ya que a veces es inevitable que se sientan mal pero si que podemos como maestras y padres, tener unas pautas para que los niños sepan afrontar estos momentos, y otros que se les presentarán a lo largo de su vida.
PAUTAS PARA DESARROLLAR LA RESILENCIA.
-Aceptar el cambio como parte de la vida; tenemos que hacerle ver a los niños que los cambios no son siempre malos, y que puede ser una oportunidad para ponerse nuevas metas.
-Alimentar una autoestima positiva: podemos hacerle ver al niño que es una persona fuerte poniéndole ejemplos de superación anteriores, así podremos motivarle y crearle una autoestima.
-Animarle siempre que empiece un proyecto nuevo: como maestras y padres estamos presentes cuando los niños se lanzan a hacer cosas nuevas, como a querer vestirse solos, a comer... y debemos motivarles para que sigan adelante.
-Mantener unas rutinas: le puede ayudar a construir unas habilidades que el día de mañana le ayudará a afrontar de otra forma sus problemas.
-Ayudar a los demás: intentar crear actividades que ayuden a los demás puede hacer que el niño elimine esa sensación de que no sabe hacer nada. Para ello podemos pedirle ayuda por ejemplo a poner la mesa.... o decirle que ayude a un amigo en clase.
Como hemos visto la resilencia, se construye con ayuda de todos, y se va construyendo poco a poco, mediante diferentes mecanismos.
En mi opinión es una conducta importante a desarrollar si queremos niños independientes capaces de superar y afrontar la vida.
Anabel Talaverano Gómez
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